Durante la toma de historia y la evaluación del caso junto al terapeuta, se va delineando el plan del tratamiento a su medida para definir la idoneidad de acuerdo a su situación particular.
La terapia EMDR ayuda a sanar las secuelas de experiencias traumáticas como abuso físico, sexual y emocional, heridas de apego, abandono, bullying, pérdidas, desastres naturales y guerra. La terapia EMDR alivia síntomas como ansiedad, angustia, fobias, depresión, miedo, pánico, dificultades en las relaciones interpersonales, bloqueos y creencias limitantes, entre otros.