Durante la toma de historia y la evaluación del caso junto al terapeuta, se va delineando el plan del tratamiento a su medida para definir la idoneidad de acuerdo a su situación particular.La terapia EMDR ayuda a sanar las secuelas de experiencias traumáticas como abuso físico, sexual y emocional, heridas de apego, abandono, bullying, pérdidas, desastres naturales y guerra. La terapia EMDR alivia síntomas como ansiedad, angustia, fobias, depresión, miedo, pánico, dificultades en las relaciones interpersonales, bloqueos y creencias limitantes, entre otros.
Se trabaja primero sobre la historia personal y luego sobre información, recuerdos, experiencias y residuos emocionales asociados a los síntomas por los que se está consultando. Una vez identificadas las memorias contribuyentes, se orienta al consultante a través de un protocolo ordenado para que pueda acceder a ellas de manera tolerable mientras recibe estimulación bilateral como los movimientos oculares, lo que permite desbloquear la información bloqueada y promover la integración y el reprocesamiento llevando a conductas adaptativas y funcionales
Dependerá de la complejidad en la historia del paciente, el tratamiento de un incidente adverso único como un asalto es más corto que un caso de mayor complejidad por una historia con diversos eventos traumáticos en el tiempo donde se necesita la utilización efectiva de estrategias que permitan al paciente tolerar y regular altos niveles de perturbación emocional.
La Terapia EMDR se utiliza con niños, adolescentes y adultos para tratar un amplio rango de dificultades comportamentales, emocionales y relacionales. La colaboración de los padres es esencial.
EMDR no es hipnosis. Durante las sesiones terapéuticas con la Terapia EMDR se mantiene conciencia del momento presente mientras se trabaja sobre una experiencia adversa del pasado o un disparador del presente.